Transporte
Seguro para transportador de carga
Cuando el transportador es contratado por el generador, adquiere el compromiso de movilizar ciertos bienes de un lugar a otro sin dañarlos y, en un tiempo aproximado a cambio de un flete. Este compromiso que se pacta de forma consensual se denomina “contrato de transporte” y su existencia se prueba a través de un documento que por vía marítima es el conocimiento de embarque, por vía aérea es la carta de porte y por vía terrestre nacional, es la remesa terrestre de carga.
El seguro que adquiere un transportador de carga es, entonces, un seguro de responsabilidad civil contractual, pues su objetivo es respaldarlo ante el posible incumplimiento de sus obligaciones contractuales pactadas con el generador o remitente de la mercancía.
En caso de que el transportador dañe o pierda la mercancía, tendrá que indemnizar con su patrimonio al generador en virtud del contrato de transporte, a menos que haya adquirido un seguro de responsabilidad civil contractual, en cuyo caso la aseguradora asumirá el pago.
Cabe resaltar, que la aseguradora solo amparará al transportador, si el daño a la mercancía fue fruto de una acción u omisión “culposa”. Si la acción fue dolosa, la aseguradora no está obligada a pagar según la legislación colombiana. Por esta razón en este caso, el transportador deberá responder con su patrimonio. Si el daño fue fruto de una causa fortuita como por ejemplo la fuerza de la naturaleza, el transportador está exento de responsabilidad y ni él ni su aseguradora, están obligados a pagar.
El transportador también puede asegurarse contra el daño que pudiese causarle a terceros, con los que no tenga ningún tipo de vínculo contractual, en ejercicio de su actividad. Por ejemplo, si el conductor de un camión llegase a chocar su vehículo contra el de cualquier ciudadano común, contra su casa, o llegará a causarle lesiones personales o la muerte; tendría que indemnizar a la victima y esta responsabilidad puede cubrirse a través de un seguro de responsabilidad civil extracontractual. Este tipo de seguros también se utiliza para amparar el riesgo de daño ambiental, por ejemplo, cuando se transportan mercancías peligrosas como combustibles o ácidos.