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Para el regreso al trabajo, tenga en cuenta las consideraciones de su ARL
No baje la guardia: 1 de cada 4 personas se contagia en el trabajo
18 de febrero
En medio del comienzo de la vacunación contra el COVID-19, un proceso que apunta a ser prolongado, y del levantamiento de medidas que ahora se consideran poco eficaces en el control del contagio con el virus, Bogotá vuelve a vivir una nueva reapertura.
Pero ante esta realidad, varios sectores de la salud hacen un llamado de urgencia para que se profundice en las medidas de bioseguridad individuales y colectivas, como el uso adecuado del tapabocas, el lavado frecuente de manos, el distanciamiento físico, evitar aglomeraciones y tener ventilación en los lugares cerrados.
Esto también le preocupa a la Alcaldía que, a través de la Subsecretaría de Cultura Ciudadana, señala que no se puede bajar la guardia y que ahora la pedagogía con los ciudadanos va a estar ligada a la vacunación y a las medidas que tienen más impacto epidemiológico, particularmente en los lugares de trabajo y en las reuniones familiares, donde se está presentando el 47 por ciento de los contagios.
Según la última encuesta de cultura ciudadana, realizada el 21 de enero entre 4.013 personas, el 13 por ciento de los consultados dijo haber sido diagnosticado con COVID-19; de ellos, el 24 por ciento indicó que pudo contagiarse en el trabajo y el 23 por ciento, en una visita de un familiar o amigo.
A finales de enero se levantaron las cuarentenas generales los fines de semana y por UPZ, así como los toques de queda establecidos debido al segundo pico, y desde hace dos semanas empezaron a abrir de manera gradual jardines, colegios y universidades.
Además, el martes pasado, la Alcaldía levantó medidas como la toma de temperatura a la entrada de establecimientos, la limpieza de calzado y el reporte de personas que ingresan porque, de acuerdo con investigaciones internacionales, resultan poco eficaces.
Esta es la segunda ocasión en que Bogotá vuelve a una apertura casi total; sin embargo, por la experiencia de la primera, cuando después de cuatro meses se volvió a los cierres, aparecen los temores.
César Burgos, presidente de la Asociación Colombiana de Sociedades Científicas, dice que hay que insistir en las medidas de protección como si aún estuviéramos en el pico.
“Debemos seguir con el mismo rigor pidiéndole a la gente las mismas medidas de protección que conocemos y que realmente pueden producir una disminución en la velocidad de expansión del virus”, señala Burgos, quien considera un error abrir todos los sectores antes de iniciar la vacunación.
El experto recomienda que en la medida en que se avance con la vacunación se vayan abriendo colegios y universidades, debido a que esta es la población que menos riesgo acusa, pero sí puede llevar la infección a los hogares, a los padres y abuelos.
Con esa opinión coincide Fabián Rosas, presidente de la Asociación Colombiana de Especialistas en Medicina de Urgencias y Emergencias. Rosas dice que la vacunación puede generar una falsa percepción de seguridad frente al virus.
“Eso puede hacer que mucha gente, si no se lleva una adecuada comunicación, salga desaforada, pensando que no le va a pasar nada, y podríamos llegar a un nuevo pico a finales de marzo o en abril”, advierte Rosas. El experto afirma que ya han empezado a aumentar los pacientes de pediatría y están llegando niños que demandan hospitalización.
Luis Jorge Hernández, médico salubrista y epidemiólogo de la Universidad de los Andes, señala que con una vacunación “con cuentagotas”, los bogotanos deben hacer de cuenta que la inmunidad de rebaño no se logrará pronto. Estima que para eso se necesitan 5,5 millones de personas vacunadas (el 70 % de la población).
“Debemos seguir como si no hubiera llegado la vacuna”, dice Hernández, quien insiste en profundizar las medidas de mitigación, e inclusive después de que empiece la vacunación.
En el mismo sentido se refiere José Ricardo Navarro, decano de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional. Para Navarro, no es el momento de relajar las medidas, ni en la comunidad ni en las empresas.
“El hecho de que tengamos disponibilidad de vacunas, incluso que seamos vacunados, no significa que la transmisión del virus está controlada; podemos contagiar a los que no se hayan vacunado”, advierte el experto.
Consciente del desafío que se viene para la ciudad, el subsecretario de Cultura Ciudadana, Henry Murraín, indica que en el trabajo de pedagogía que adelanta la entidad van a recordarles a los bogotanos que se debe continuar con las medidas de cuidado, pero focalizados en las que han mostrado más impacto en la reducción del contagio.
Así se reforzará el uso del tapabocas en los lugares cerrados, como lo son los sitios de trabajo, debido a que en estos y en las reuniones familiares y de amigos es donde más se están contagiando hoy los bogotanos.
Y desde el comercio formal, Juan Esteban Orrego, director de Fenalco Bogotá y Cundinamarca, afirma que existe el compromiso de cumplir las medidas de protección, pero que la preocupación del sector es el comercio informal.
“Hay una situación de gran riesgo, y todos debemos tener más cuidado e insistir de manera excesiva en las medidas. El tapabocas, el distanciamiento, el lavado de manos y el aforo limitado siguen siendo la tabla de salvación de una economía activa. Y si bien la vacunación se inicia hoy, va a terminar por ahí en un año”, asegura Orrego, quien dice que invita a los comerciantes y a los usuarios a no bajar la guardia.
Con información de Guillermo Reinoso Rodríguez, El Tiempo.